«No era celebrar solo la boda, era celebrar la vida»

Tras 48 días ingresada por Covid-19, Laura Martínez ha conseguido cumplir uno de sus sueños, casarse

Era su propósito cuando salió del Centro Hospitalario Universitario de Ourense. Laura Martínez, natural de Matarrosa del Sil —El Bierzo—, se contagio de la Covid-19 en marzo y su pronóstico era bastante negativo. Pasó 48 días ingresada, de ellos, 21 en UCI intubada. «Los primeros días los médicos decían que lo tenía difícil, que a ver qué pasaba».

Pero consiguió ganarle la batalla al virus y el pasado 6 de mayo regresaba a su hogar. Su primer deseo fue seguir adelante con los preparativos de su boda. Una celebración que por fin llegó este sábado, 26 de septiembre. Acompañada por su padre llegaba a la iglesia de su pueblo natal para dar el "sí, quiero" a Jairo Couso. Eso sí, con todas las precauciones posibles. No faltaron las distancias, ni tampoco las mascarillas. «Es lo que nos ha tocado y no lo veo mal. Nos protege a todos».



Laura disfrutó como «una niña la noche de Reyes» de su boda. Era un sueño más por cumplir, pero no solo por el evento, sino «por celebrar la vida y que, por suerte, solo caí yo. Aunque me quiso hacer mucho daño y que no estuviese, estoy».

Pero estos novios, no podrán al menos por ahora disfrutar de su luna de miel. Así se lo recomienda los neumólogos a Laura, y es que las secuelas están más que presentes. «Es un poco incertidumbre porque no saben hasta que punto se va a recuperar cualquier paciente Covid-19. No me dejan viajar, ni coger pesos. Hay veces que parezco una abuelita de 100 años, pero bueno, estoy viva».



Un recuerdo que sigue muy presente en su vida, sobre todo ahora que la situación vuelve a emporar y cada día sube el día de contagios. «A todo el mundo, sé que no es fácil y estamos hartos de mascarillas. Pero son necesarias. Y a quien esté en el hospital, que vean mi ejemplo. Cuesta salir, pero igual que yo he podido, ellos también».

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