Nuevos recursos para nuevos entornos de aprendizaje: experiencia de colaboración universidad y Colegio Pablo VI
Ángeles Terrón nos cuenta en primera persona cómo ha sido esta experiencia
Desde hace ya varios años, el Colegio Pablo VI viene recibiendo alumnos para realizar su Máster de Formación del Profesorado. Algunos de ellos, al finalizar su periodo de prácticas, se han quedado en la plantilla del centro a trabajar como docentes. Casos recientes han sido los de Noelia López, Gustavo Rodríguez y Alba Pérez profesores en Bachillerato - Secundaria y profesora de Primaria respectivamente.
Resulta curiosa la historia del profesor Gustavo Rodríguez porque empezó como alumno, hizo aquí sus prácticas y ahora trabaja como profesor de Matemáticas. Con una sonrisa y emoción en el gesto, declara que “cuando te dedicas a lo que te gusta y encima recibes un salario es todo un privilegio”.
Para José Carlos Barrio Carballo, alumno de la UNIR y que trabaja actualmente en Investigación y transferencia tecnológica de productos agropecuarios: “Hay lugares de los que guardas buenos recuerdos a los que vuelves y no siempre son como antes, en mi caso volví al Colegio Pablo VI muchos años después de ser alumno a cursar las prácticas del Master en Profesorado y el balance no puede ser más positivo. En el año 2020, en las peores circunstancias en plena pandemia y gracias a la ayuda y colaboración del colegio, conseguí realizar las prácticas. Volver al lugar donde estudié fue una muy buena experiencia, volver a espacios conocidos en el que pasé parte de mi infancia es especial, aunque lo que hace al lugar realmente único son las personas y allí seguían algunas de las que más y mejor me marcaron; los mejores recuerdos de mi vida como alumno fueron reeditados este difícil curso del 2020 como profesor en prácticas gracias a las personas que hace años empezaron mi formación. Sólo me queda reiterar mis agradecimientos y mi intención de volver de un modo u otro para devolver algo de lo mucho recibido”.
La procedencia de estos alumnos solía ser de localidades cercanas: O Barco, A Rúa, Vilamartín, Quiroga…
La pandemia se encargó en Marzo del 2020 de cambiar esta tendencia. Ahora Pablo VI recibe alumnos de toda España: Granada, Coruña, Asturias, Santander…
El hecho de que 1º ESO y los dos cursos de Bachillerato sean digitales, hizo que el centro aceptase la propuesta de Universidades como UNIR, VIU, o ALFONSO X EL SABIO para la formación del máster de formación profesorado de forma virtual desde diferentes ramas: Psicología, Matemáticas, Química, Inglés…
Internet nos permite establecer redes de aprendizaje donde el tiempo, el lugar y el ritmo de trabajo no son obstáculos. “Para el colegio esta experiencia ha supuesto también una oportunidad de lograr una educación de mayor calidad, por su valor agregado”, señala el Director del centro D. José Manuel Carrasco Pascual.
Estas “comunidades de aprendizaje” suponen nuevas formas de trabajo, de aprender y enseñar potenciadas por la situación que estamos viviendo. Un nuevo entorno de aprendizaje con el que todos los implicados parecer estar muy satisfechos.
Marta Asunción del Departamento de Prácticas Máster Secundaria Universidad Internacional de Valencia – VIU hace especial hincapié en “agradecer al Colegio Pablo VI la acogida de nuestros alumnos para realizar las prácticas y adaptarse a la metodología online tan demandada en estos momentos, facilitando a los alumnos su aprendizaje con nuevas herramientas para la realización de las prácticas.
Debido a la situación sanitaria, la asignación de centros es complicada porque las clases siguen siendo presenciales. Animamos a los centros para implantar la metodología online como se han adaptado en el Colegio Pablo VI, asegurando una buena enseñanza en estos momentos en los que nos encontramos”.
Mar Vigier, Coordinadora UNIR- Centros Galicia señala: “Seleccionamos al COLEGIO PABLO VI de A Rúa como centro colaborador de UNIR en Galicia, teniendo en cuenta la labor social y educativa que lleva realizando en su entorno a lo largo de los últimos 57 años. Desde el primer momento, todo el personal, se ha mostrado muy dispuesto a completar la formación práctica de nuestros alumnos; una formación que creemos fundamental teniendo en cuenta que ellos serán los próximos educadores y formadores de futuras generaciones. Les agradecemos especialmente su apoyo en estos tiempos, teniendo en cuenta la delicada situación que estamos viviendo, y deseamos que la relación continúe siendo tan provechosa como hasta el momento. ¡Es un placer!”.
Chicos y chicas de ESO y Bachillerato reciben con agrado a estos profesores que colaboran y se coordinan perfectamente con el profesor titular de la materia. En el caso de los alumnos de apoyo, el centro ha instaurado la figura del profesor observador, un profesor atento a cuanto acontece en el aula, a los procedimientos y actitudes que el profesor on line no puede reconvertir desde la distancia. Ese “siéntate bien”, “fíjate”, “lee bien” o “coloca la mascarilla” por poner un ejemplo.
Álvaro Vidal, alumno de 4ºESO, manifiesta que “gracias a esta experiencia he podio repasar conceptos que tenía más flojos. Cada profesor tiene una forma diferente de explicar. Es bueno escuchar a profesores diferentes explicando lo mismo de forma distinta”.
El correo electrónico, los enlaces, los foros o el chat... son herramientas telemáticas que unos y otros alumnos usan con asiduidad.
El componente afectivo – emocional es fundamental y cuidado de forma minuciosa para suplir de algún modo el contacto personal cara a cara. El “profesor observador” recoge esas pistas contextuales para determinar y responder a los estados emocionales de los alumnos.
La enseñanza virtual ya no es una opción. Ha venido para quedarse definitivamente. Simplemente se ha transformado el entorno. Se hace pues, necesario, lo que se ha venido llamando “digital divide”: Que toda persona que pretenda acceder a la educación deberá tener necesariamente acceso a un ordenador y a una conexión con un ancho de banda razonable.
Y por supuesto, aunque el aula de clase ha cambiado de forma, SIEMPRE habrá un profesor frente a los estudiantes. Es irrenunciable.
Texto de Ángeles Terrón, Orientadora Colegio Pablo VI