La feria volvió al completo a Viloira, aunque con poca afluencia
Los comerciantes no ven un futuro muy esperanzador tras unas ferias, las de verano, que se presentan con pocas ventas
Viloira acogió la primera feria post-Covid al completo, en un 6 de julio donde todos los puestos autorizados pudieron regresar a la actividad en el mercado, que además tuvo nuevas normas en materia de seguridad como establecer un orden circulatorio para peatones, que ahora deben seguir unas flechas indicadoras de paso.
Por parte de la Policía Local de O Barco destacaron que no hubo ningún problema durante la jornada, ya que los ciudadanos acataron las nuevas normas dentro del recinto.
A nivel general tanto compradores como feriantes -unos 80 durante esta jornada-, destacan la baja afluencia, aunque algunos aludieron que al ser un lunes muchos visitantes se encuentran trabajando: «Hay bastante menos que otros años, porque la gente tiene miedo y hay que tener cuidado. Pensé incluso que habría menos ambiente, hace mucho calor también» afirmó un comprador recién retornado de Bilbao para pasar el verano en su tierra.
Y es que los 30 grados centígrados que marcaba el mercurio a las 12:30 de la mañana dejaba de invitar a acudir al mercado.
«Estamos muy contentos por poder trabajar, llevábamos mucho tiempo parados y ya lo necesitábamos. Vemos que el control y las medidas de separación están bien, nos ha sorprendido que no hay separación entre puestos, que en otros sitios si se exige pero al menos nos permiten volver» destacó Pilar, comerciante de textil que exige a sus clientes usen hidrogel y mascarilla para tocar la mercancía.
Uno de sus compañeros, que se dedica a la venta del calzado, ve positiva la vuelta aunque destacando que hay una quinta parte de clientes respecto a antes del confinamiento: «Las normas son eficaces, pero las ventas están un poco flojas. El futuro lo veo bastante negro, porque ya hay rebrotes, no quiero ser negativo pero la realidad está ahí».
Por parte del sector de los pulperos, Lula Fidalgo, valoró como floja la feria del mes de julio: «Está siendo floja, aún no se nota la afluencia de turistas. Va poco a poco, despacio, la gente aún acude con miedo, es normal, porque esto nos está dando mucha guerra».
También desde la Panadería Valín, que cuenta con un puesto en la feria de Viloira, afirmaron que no está habiendo el flujo habitual de clientes, viendo el futuro negro, como en el propio sector de la venta de productos de huerta: «Está siendo muy raro, porque está todo muy tranquilo, no hay ambiente de una feria de julio. El futuro es complicado, en cuanto pase el verano, el otoño será difícil, el bajón va a ser grande».
Este 7 de julio muchos acudirán hasta Fontei para la celebración mensual del mercado.