Ilusión, nervios y protocolos de seguridad en la apertura de las Casa Niño

Es necesario que los niños se cambien de ropa al entrar a la Casa Niño

Este martes, 1 de septiembre, las Casa Niño de Petín y Larouco abrían sus puertas por primera vez. La ilusión y los nervios han sido palpables entre padres, niños y también entre las cuidadoras. Estos centros están destinados a facilitar la conciliación laboral y familiar, ya que en los mismos se pueden matricular niños entre los 3 meses y los 3 años de edad, etapa en la que aún no pueden ir al colegio.



Estaba previsto que ambas casas realizaran su apertura en el mes de marzo, pero por culpa de la pandemia del Covid-19 se retrasó su apertura. «Íbamos a abrir la semana antes de que se decretara el estado de alarma», explica Susana, la cuidadora de la casa Niño de Petín.

En esta las plazas, cinco, se han completado con niños que van desde los 8 meses a los dos años el más mayor. Mateo fue el primero en llegar acompañado por su madre. Al entrar, su mamá se echó gel hidroalcohólico y se puso mascarillas y patucos. Además, tuvo que cambiar de forma completa al niño ya que no pueden usar en el centro la misma ropa que traen de la calle.



Esto ocurre también en la Larouco y A Veiga, aunque esta última, que echó el cierre en marzo debido a la crisis sanitaria, no abrirá sus puertas hasta este viernes, 4 de septiembre.